miércoles, 9 de enero de 2013

Seguimos en Sierra Maestra: Bueycito, Buey Arriba, Televisión Serrana. La zona de operaciones guerrilleras del Che.

Al día siguiente nos propusimos hacer una segunda expedición a la Sierra Maestra. Esta vez en dirección a la que fuera la zona de operaciones del Che.

Nos dirigimos, en primer lugar, a una localidad llamada Bueycito. Es una pequeña villa rústica bien conocida por nuestro amigo ya que allí mismo nació su madre.

Antiguamente fue cabeza de la localidad pero con posterioridad se trasladó a Buey Arriba.
Allí, en Bueycito, visitamos la casa natal de nuestros amigos, donde habita una señora de 114 años llamada Joaquina.
Tenía un altar sincrético y una foto del papa Juan Pablo II en la puerta.
Este es otro de los aspectos que llama la atención de la sociedad cubana, la libertad y desenfado con que vive la religiosidad. Las religiones cristiana y africana se entremezclan continuamente.

Joaquina nos explicó que la casa fue propiedad de la madre de nuestro amigo, cuyo progenitor poseía tierras, que tras la revolución fueron entregadas al estado, junto con las viviendas. La familia, comprometida con el proceso revolucionario, se trasladó a La Habana.

Tras esta visita fuimos a una pequeña escuela de primaria, donde mantuvimos una charla con la directora, profesores y alumnos. La escolarización es total en toda Cuba, no hay un rincón donde haya niños en el que no haya escuela. Esta fue, junto a la sanidad universal y gratuita la prioridad de la revolución.

En Oriente hay un plan estatal destinado a llevar a los lugares  más inaccesibles los recursos fundamentales para la subsistencia; esto incluye escuela, medicina, servicios sociales, etc... Se llama Plan Turquino.

En un establecimiento compré un bocadillo de queso, fue la primare vez que probé el queso elaborado allí. Este fue mi desayuno junto con un vaso de guarapo.


Nos marchamos en dirección a Buey Arriba. La idea era visitar la Televisión Serrana y disfrutar de la naturaleza.
En el pueblo compramos unos libros; una colección de grandes obras de José Martí. Entramos a ver el ensayo de un grupo musical.

Con la música en el cuerpo seguimos ascendiendo hasta llegar al lugar donde tiene la sede la televisión serrana. Se encuentra situada en San Pablo de Yao, una comunidad dedicada al cultivo de café que pertenece a Buey Arriba. Nos explicaron que desde que se había legislado para que el café pueda venderse libremente, sin el previo control estatal, este se había encarecido. Por ello, mucha gente se dedica a cultivar su propio café. En Cuba hay una intensa lucha entre los productores y trabajadores por cuenta propia, que desean mayor flexibilidad comercial, esto es liberalizar el sector comercial y disminuir los controles estatales, y el estado, que vela por el control de los precios. En los últimos años se han disminuido los controles, pero el Estado sigue estableciendo las normas del mercado. Hay mercados estatales a los que los productores están obligados a proveer para la distribución de productos a precios asequibles, y luego se les permite un porcentaje de venta libre.

Es la televisión local y a ella llegan cada año estudiantes de periodismo y comunicación de diversos países, aquellos cuyas Universidades tienen suscrito convenio. Una de ellas es la Universidad de Sevilla. 
Por ello, nada más entrar al pequeño local, nos encontramos con una simpática sorpresa: Una foto del Puente de Triana enmarcada y una bandera del Real Betis Balompié. 
Por supuesto, nos hicimos una foto, pero debido a problemas de privacidad no la publico aquí.

La televisión está en plena Sierra Maestra, desde allí se ve en la lejanía la loma donde el Che estableció su puesto. Hay un río que baña la zona, y todo el camino está lleno de bohíos (casas de campesinos)


Caminamos hasta el río, buscando un lugar donde refrescarnos. Unos niños nos guiaron.





Tras el baño volvimos al pueblo a comer algo. Entramos en un paladar, y luego, degustamos uno de los batidos de la Casa del Batido.











lunes, 7 de enero de 2013

Gerardo Machado Morales: 5º Presidente de la República Neocolonial de Cuba.

Si habéis visto la famosa película de animación cubana "Vampiros en La Habana", la historia de dicho filme se desarrolla durante la dictadura de Gerardo Machado.


Es la historia del pueblo cubano un canto constante a la Revolución y la Libertad.

Participó en la Guerra de la Independencia entre 1895 y 98 alcanzando el grado de General. Fue un estrecho colaborador de los negociantes capitalistas norteamericanos llegados a la isla con la excusa de colaborar con la nueva República. Gracias a ello consiguió atesorar una importante fortuna.
Como miembro del Partido Liberal se presentó a las elecciones frente al opositor del Partido Conservador Mario García Menocal, consiguiendo la victoria.



Su campaña fue bastante efectiva, con un lema muy atrayente: AGUA, CAMINOS Y ESCUELAS.
Hizo grandes promesas de mantener una administración honrada, racional y efectiva, así como de invertir en sectores sociales y en desarrollo. 

Fue elegido presidente el 20 de Mayo de 1925. 

Las políticas de Machado siguieron la línea de sus antecesores en cuanto a mantener, e inclusive, aumentar los lazos de dependencia con EEUU.

Continuó aumentando la deuda del país mediante los empréstitos, facilitó la expansión del latifundio y del capital estado unidense. 
Construyó la carretera central y el Capitolio de la Habana.
En 1928 se realiza una reforma constitucional que le permite mantenerse en el poder por seis años más, prorrogando su mandato, hasta el año 1935.

Llevó a cabo una dura política represiva contra la oposición, especialmente contra el movimiento universitario, sindical, obrero e intelectual. No dudó en usar la fuerza y la tortura para reprimir la movilización. Prohibió la FEU y clausuró la Universidad Popular José Martí. Encarceló a Julio Antonio Mella y, posteriormente, en 1929, ordenó su asesinato estando Mella exiliado en México.
Hubo otros asesinatos como el del periodista Armando André, y de varios líderes obreros.

La oposición respondió también usando la violencia; bombas y ejecuciones diarias. La situación llegó a hacerse insostenible, lo que comenzó a preocupar al gobierno de EEUU, a quien no interesaba que se generalizase la inestabilidad por la protección de sus intereses.

El nuevo presidente de EEUU, Franklin Delano Roosevelt, nombró un nuevo embajador a quien encargó la labor de mediar en el conflicto; Benjamin Sumner Wells. Su tarea estuvo encaminada a convencer a Machado de abandonar el gobierno, algo a lo que éste se resistía.

El estallido social tuvo su culminación el 23 de Julio de 1933, con la convocatoria de una huelga que en principio llamaba a los trabajadores de omnibus de La Habana, pero, a la que se fueron sumando el resto de sectores. 
El 1 de Agosto se produce una sublevación en Santa Clara que es respondida con el ejército por parte de las autoridades. Entre el 2 y el 7 de Agosto se produce un paro generalizado. El 7 de Agosto la población se concentra frente al Capitolio. La autoridad ordena disparar contra los concentrados, con el resultado de 20 muertos y cientos de heridos.

EEUU exige a Gerardo Machado dimitir. El 11 de Agosto se produce la sublevación del ejército, lo que da fin al mandato de Machado quien huyó hacia las Bahamas y posteriormente a Miami.




sábado, 5 de enero de 2013

La Sierra Maestra: Manzanillo y Las Coloradas.

La provincia de Granma debe su nombre al yate que usaron los guerrilleros del Movimiento 26 de Julio para llegar a Cuba procedentes de México.
Fue aquí, concretamente, en la playa de Las Coloradas, en Niquero, donde encayó el barco.
Su capital es Bayamo y se divide en 13 Municipios, entre los que destaca Manzanillo como segunda ciudad más importante.



Es un lugar de gran interés histórico; desde la ejecución en la hoguera del cacique Hatuey en Yara hasta el inicio del alzamiento de los independentistas cubanos bajo el mando de Carlos Manuel de Céspedes (Grito de Yara), y al fin, el desembarco del Granma.
Los habitantes de Granma se enorgullecen de su historia.

El deseo de conocer los escenarios de aquellas gestas históricas unido al atractivo de la majestuosidad de la sierra guió nuestra primera visita.

El viaje desde Bayamo hasta la Sierra Maestra resultó complicado porque las carreteras suelen estar transitadas por coches de caballo y por ciclistas.
Pasamos por algunas localidades cuyos nombres nos eran familiares, entre ellos Yara.
En la rivera de la vía, a la entrada de cada localidad, había patrullas de hombres cortando la maleza que crece a los bordes de la calzada.
Meses antes se había producido un brote de cólera que estaba, ya, controlado. Al parecer, el contagio había llegado a Cuba procedente de Hatí a través de un médico en misión solidaria. Los médicos cubanos han hecho, y siguen haciendo, una labor excepcional en Haití, así como, en otros países pobres, donde acuden a realizar servicios de Misión Internacional. Sin embargo, su labor es arriesgada debido a las condiciones sanitarias de los destinos. Lo normal es que les hagan controles sanitarios antes de que regresen a Cuba. Los brotes se dieron en Oriente fundamentalmente.

Nuestra primera parada la hicimos en Manzanillo que se encuentra a unos 60 kilómetros de Bayamo, más o menos. Es la segunda ciudad más importante de Granma con 132.183 habitantes.
Aparcamos en una bonita plaza donde predomina el color azul. Es el parque Carlos Manuel de Céspedes. Buscamos un sitio donde conseguir algo para comer. Habíamos llegado demasiado temprano y los comercios aún estaba cerrados.




Caminamos a lo largo de una calle que desemboca en la plaza, hasta localizar una Cadeca donde cambiamos dinero. Para hacer cualquier trámite bancario se requiere identificación y domicilio. 
En esta calle había varios establecimientos de alimentación, heladerías y, sobre todo, zapaterías. Al preguntar la razón de que hubiera tantas zapaterías me respondieron que una de las actividades de la localidad era la fabricación de zapatos.
Todos los establecimientos venden en peso cubano, por eso fue necesario hacer el cambio.
Entre Manzanillo y Bayamo hay una tradicional rivalidad similar a la que existe aquí en Andalucía entre Sevilla y Cádiz, o en el País Vasco entre Bilbao y Gipuzcoa.
Esta rivalidad tiene que ver con su historia y se acrecentó tras la Revolución cuando se organizó la nueva división administrativa. Manzanillo y Bayamo reclamaron la capitalidad de Granma, que terminó recayendo en Bayamo. 

Tras el paseo entramos en un establecimiento que parecía una cafetería. Al preguntar si nos servían café una de las trabajadoras nos explicó que en ese establecimiento no había licencia para servir café, que solo podían servir dulces y refrescos o jugos. 
Fue difícil encontrar un lugar para tomar café allí, bien fuera porque era temprano, porque no había luz, porque no había agua, etc... Decidimos quedarnos en aquel establecimiento y tomarnos una pasta con  zumo de mango.
Las actividades económicas están sujetas a licencias que especifican cada detalle, si los establecimientos venden café, pan, dulces, etc... No pueden vender algo que no se detalle en la licencia.

Seguimos carretera adentro entre los inmensos macizos de la sierra. Ascendíamos en movimientos circulares por una carretera estrecha y complicada. Es necesario ir con calma y conocer bien el terreno. 

Anduvimos buscando una playa, la de Las Coloradas. El plan era darnos un chapuzón, o varios chapuzones, almorzar e ir a visitar la zona del desembarco.

Nos adentramos en Pilón, de donde era lugareña Celia Sánchez.
Tras dar varias vueltas con el coche, perdidos, divisamos una playa completamente vacía, flanqueada por altas montañas de vegetación frondosa. Junto a la playa había un hotel. Era Marea del Portillo.

El agua era de color azul verdoso, y la arena fina y oscura, parecía de origen volcánico. Nos despojamos de la ropa dispuestos a darnos un baño. La temperatura cálida, la claridad del agua y su quietud son las características fundamentales de las playas cubanas.

Desde aquel privilegiado paraje contemplé la sierra llegando a la conclusión de que la naturaleza fue también un importante aliado en la gesta revolucionaria. La masa verde tupida hace imposible la visión desde la lejanía. No es de extrañar que los guerrilleros pudieran sortear las avionetas del ejército que sobre volaban la zona en su búsqueda.


La siguiente parada fue en un restaurante cerca de allí, en plena Sierra Maestra.

El restaurante está administrado por el Estado y todos los productos que se sirven se pagan con peso cubano; se puede adquirir alguna cerveza Cristal o Bucanero en CUC.
En ese lugar también hay unos bungalows que se alquilan solamente a ciudadanos cubanos. Intentamos convencer a su administrador de que nos dejase quedarnos allí una noche aunque hubiese en el grupo tres españoles. El hombre sonrió, fue a hacer unas gestiones, y cuando volvió nos dijo que estaba completo el hospedaje.
El menú fue  sopa de pescado y marisco, y un pescado a la plancha. Es normal encontrar sopa en el menú de casi todos los restaurantes; sopas de pescado, de verdura, de camarones, etc...
Bebimos una cerveza que se produce por allí; Mayabe.

La siguiente visita era Las Coloradas. Se hacía tarde y no calculamos que estábamos a una distancia considerable. Seguimos ascendiendo.

Las Coloradas se encuentra situada en Niquero. Es una zona rural, como todo su entorno. Sus habitantes se dedican a la cría de ganado y a la agricultura. En el camino nos encontramos con varios vendedores de queso y otros productos.

La zona de desembarco ha sido convertida en parque, y en ella hay un pequeño museo dedicado al desembarco. Los lugares más importantes de la visita son; una reproducción del Granma, pues el original está en el Museo de La Revolución en La Habana, la casita de un guajiro que socorrió a los expedicionarios, y el lugar del desembarco. Para acceder allí han construido un camino de piedra, pues la zona es de marisma. Las hierbas acuáticas que crecen son largas y finas, sus bordes cortan como cuchillos. A veces se entrecruzan en el camino.



Tras media hora de camino a pie llegas al extremo final, donde se produjo el desembarco.

A la vuelta nos encontramos con un grupo de guajiros con los que tuvimos una entretenida conversación mientras compartíamos limonada para refrescarnos.