domingo, 9 de enero de 2011

¡Me encanta la fresa! En Coppelia con Rafael.

Uno de los lugares más famosos de La Rampa es la heladería Coppelia que data de 1966. Nosotros la conocemos a través del cine. Fue donde se rodó la escena principal de "Fresa y Chocolate", en la que Diego o Jorge Perugorría se sienta frente a David o Vladimir Cruz, y le dice:

- Mmmm ¡me encanta la fresa! Ahorita la exportan y para nosotros agua con azúcar...

http://www.youtube.com/watch?v=DROGxZTOKM0&feature=related

Pues era visita obligatoria, por supuesto.

Antes de llegar, vía chat, Rafael nos había hablado de ella. Años atrás, cuando la URSS vigilaba al Sherif Yankee desde el Este de Europa, y mantenía relaciones estratégicas con Cuba y acuerdos comerciales, era posible encontrar en la isla una mayor diversidad de artículos de consumo, de todo tipo. Si bien, hubo un primer periodo, después de la Revolución, de dificultades económicas debidas a las consecuencias del conflicto armado, la fuga de talentos y capitales y los sabotajes impuestos por el señor imperial. En la década de los 70 y los 80 la economía cubana consiguió remontar.
Por aquel entonces Coppelia era considerada la heladería mejor surtida en sabores de La Habana.

En la actualidad, la llegada del turista y la dependencia de la divisa, han trasnformado en algo su fisonomía. Ahora está dividida en dos sectores, uno para el turista y otro para el cubano. La razón de la división es la cuestión de la equivalencia de precios, es decir. Los cubanos en peso, los turistas en CUC.

Muchos detractores de la Revolución opinan que la calidad en servicios y productos es mejor para el turista que para el cubano. A decir verdad, no lo comprobé, porque directamente nos metimos en la parte cubana. Calladitas pasábamos desapercibidas.

Normalmente hay cola en la entrada. Las colas cubanas son muy organizadas. El cubano es un profesional de la "cola" que allí significa trasero, por cierto.

Cuando quedan mesas libres los guardias de seguridad dan paso. Aquel día no tuvimos que esperar mucho.

A los cubanos les encanta comer helado, hay muchas heladerías y pizzerías, así como kioskos de comida rápida.

Una vez dentro nos sentamos en una mesa para tres, y un chico se acercó para saber qué íbamos a tomar. Rafael preguntó qué sabores había. El chico dijo que de momento solo fresa, porque el chocolate se había agotado. Más tarde ví pasar alguno de vainilla también.

Nos preguntó cuantas raciones queríamos, tras indicar que normalmente suelen ser dos, y le pedimos que nos mostrara una ración. Nos señaló la mesa que estaba frente a la nuestra, donde había un chico entusiasmado con un plato de plástico rosa alargado, en cuyo interior había cinco o seis bolas de helado.

Le dijimos que entonces solo una.

Se me ocurrió hacer una broma sobre lo rápido que se acaban los helados en la zona cubana si todos piden dos raciones de cinco o seis bolas. La próxima vez iré a la zona "guiri" a comprobar como son las raciones...

Por su puesto, hablamos de cine, ya que Rafael es productor de cine y televisión. El cine cubano es una de las principales muestras de cómo hacer producciones de calidad sin contar con los presupuestos millonarios de Hollywood en EEUU, u otros paises.

El organismo del que depende la cinematografía cubana es el ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica).

La primera película cubana que ví  fue "Vampiros en la Habana" (1987). Una producción animada, con un guión de lo más original y divertidísima. Cuenta la historia de Joseph o Pepito, un vampiro libertario.

http://www.youtube.com/watch?v=0w3txm-PfL4&feature=related

Se desarrolla la historia durante la dictadura de Machado, y su director es Juan Padrón. En una encuesta realizada en 2009 sobre las 100 mejores producciones cinematográficas mundiales, ocupó el número 50.

La charla me llevó a conocer el significado de la famosa frase que "Pepito" dice a un taxista en una de las secuencias, y que yo he repetido sin ton ni son durante toda mi vida:

-¡Paragüeroooo!

Significa mal conductor...

El cine reciente ha sido más publicitado en España, debido a la colaboración entre ambos paises. El intercambio de profesionales ha sido continuo, y algún director español ha estudiado cine en Cuba, caso de Benito Zambrano (Solas).

Para los cubanos, tanto el cine como el teatro están a precios muy asequibles, ya que a diferencia que en nuestros paises, la cultura no se considera un bien de mercado, sino un bien general.

La vida social del cubano transcurre en la calle o en los centros lúdicos culturales. La Casa de la Música, para bailar salsa, los museos (hay muchos y de diversas temáticas), cine, teatro, música en directo...

Tras los helados de fresa, nos fuimos a dar un paseo por las calles oscuras del Vedado. Visitamos el barrio de Rafael donde nos hizo anécdotas sobre una vez, cuando era adolescente, que fumaba un cigarrillo con sus amigos, y paró un coche justo a su lado. El ocupante del coche les pidió fuego, y como era tarde, les preguntó que hacían por allí. Finalmente uno de los amigos reconoció al misterioso interlocutor, Fidel Castro, quien era asiduo a la Ostionera de San Lázaro desde sus tiempos de estudiante de derecho.

Por supuesto fuimos a la Ostionera, para tomar la verdadera cerveza cubana, Polar.

Bueno, la tomaron ellos, ya que a mí no me gusta la cerveza.

Un bar cubano es como un bar en cualquier lugar del planeta. Un camarero paciente a la espera de lo que guste a su clientela, y un par de hombres viendo el televisor, y comentando lo que haya, sea béisbol (deporte nacional), noticias o telenovelas.

Como anécdota del día debo comentar que en ese momento ponían una telenovela, en cuya trama la protagonista le era infiel al marido. La peña, como no, se puso de parte del cornudo... y como si pudieran intervenir de forma decisiva en el desenlace, increpaban a la mujer y animaban al marido a dejarla.

Rafael se apresuró a decir que al hombre cubano no le gusta la telenovela, y que si un hombre cubano ve una telenovela es cosa rara. Y reforzó su afirmación añadiendo que lo decía a pesar de haber producido la telenovela más famosa que se había proyectado en la televisión cubana.

Al día siguiente quedamos en ir al Acuario Nacional.

He encontrado esta entrevista a Rafael Migueles:

http://www.tvcubana.icrt.cu/noticias/el-meandro-de-la-produccion-audiovisual/