viernes, 25 de febrero de 2011

Geografía física: El caimán verde nada en el mar Caribe.

Para comenzar a repasar la historia de Cuba es necesario ubicarla geográficamente. Esto significa indicar tanto su localización (latitud) como sus características geomorfológicas y atmosféricas: Relieve y Clima.

El clima y el relieve se interrelacionan, e independientemente de la acción humana sobre el medio físico, pueden influir en el desarrollo histórico.
Diversas corrientes de estudio geográfico apostaron por la influencia del medio físico en el desarrollo y devenir histórico. Eran corrientes de carácter determinista que fueron enriquecidas por las corrientes historicistas y ecológicas.
Lo que está claro es que no podemos separar el medio físico del desarrollo humano e histórico. La influencia tanto de la geomorfología como del clima es evidente en algunas actividades, como la económica. Y la economía y la acción del hombre en la explotación de los recursos, influye, así mismo, sobre el clima y el medio físico.

Cuba conforma un archipiélago ubicado en el Mar Caribe: La isla de Cuba, La Isla de la Juventud, y una diversidad de pequeños cayos, como Cayo Coco, Cayo Guillermo o Cayo Largo del Sur. Tiene un origen orogénico (1). Su superficie es de 110860 km2. Está situada en una latitud cercana al Trópico de Cáncer.
La dinámica atmosférica es la que rige a los climas cálidos situados en el área geográfica tropical.
Temperaturas altas debidas a la incidencia de los rayos solares sobre la masa atmosférica, alto nivel de humedad por la evapotranspiración y la acción oceánica y semi continental, así como, abundantes precipitaciones divididas en dos estaciones, una seca y otra lluviosa, que coincide con el solsticio de verano. De acuerdo a la clasificación de Köppen el clima de Cuba es del tipo cálido tropical. Aunque se observan otros tipos climáticos en las zonas más altas, y en la zona costera sur de Santiago de Cuba y Guantánamo (tropical más seco).

http://www.insmet.cu/asp/genesis.asp?

El relieve cubano se define por el predominio de la llanura, salpicada por elevaciones en forma de pequeñas montañas y sierras. La altura mayor de la isla se alcanza en el Pico Turquino (famoso para los que hemos leído y releído las azañas de los revolucionarios cubanos). Pertenece a la Sierra Maestra. También destacan Sierra del Escambray y la cordillera de Guaniguanico. Las características climáticas mencionadas propician el relieve kárstico de cuevas. Y sus principales ríos se encuentran en la zona oriental.

Los recursos naturales son variados. Desde los marinos, donde destacan mariscos y  crustáceos, así como el pescado. Hasta los de la tierra. El suelo cubano es bastante fértil lo que ha hecho que tradicionalmente sea la actividad agraria la más destacada de los sectores económicos. La agricultura se basa en el cultivo de las frutas y tubérculos típicos del trópico (aguacates, mango, papalla, piña, guayaba o yuca) así como otros productos de cultivo importados, como la papa o el arroz. Constituyen  el legado colonial en la isla. Otro cultivo de gran importancia para la isla es la de la hoja a partir de la cual se fabrican los puros. El cultivo se extiende por diversas zonas, pero destacan cuatro regiones tabacaleras; Vuelta Abajo, Semi Vuelta, Partido y Vuelta Arriba en la zona oriental de la isla. Entre los recursos minerales destacan el níquel, el cobre, el cromo y el manganeso.

http://www.orishasthebest.com/Secciones/Cuba/Territorio_y_Recursos.htm







La fauna cubana es muy variada. Entre las aves (más de 300 especies y subespecies) encontramos el tocoro, la cotorra, el perico (catey), el ruiseñor o la pedorrera. Tiene unas 13000 especies de animales terrestres, entre las cuales no existe ningua que sea peligrosa, venenosa o fiera. Allí suelen decir que puedes echarte a dormir en la sierra sin temer que te asalte ningún animal o insecto venenoso o peligroso.
Se cuentan 900 clases de peces (pargo, serna, serrucho, bonito, la aguja o el tiburón). Es típico el manjuarí (de agua dulce).  Existen 700 especies de moluscos, destacando el ostión, la almeja, los calamares y los pulpos. El alacrán es autóctono. Como en todos los medios cálidos la presencia de insectos es muy diversa.
http://www.bedincuba.com/cuba/cuba_fauna.htm

La población cubana es producto del mestizaje. A la llegada de los colonizadores españoles la isla estaba poblada por etnias aborígenes (siboneyeses y taínos). Posteriormente el comercio de esclavos introdujo la población negra, sumada a la española colonizadora. De España llegaron andaluces, gallegos, asturianos y canarios. La inmigración española se intensificó a principios del S.XX. Este crisol de etnias y razas han dado como resultado un tipo humano muy diverso, hermoso y cálido. La población mestiza es muy numerosa, más del 50% de la población.





Con estas características nada el caimán verde en las aguas del Caribe.





1. Una orogenia se produce por el movimiento vertical de las placas tectónicas debido a la liberación de calor, lo que produce la elevación de una parte del relieve.

miércoles, 16 de febrero de 2011

De la La Habana me voy con la mochila cargada.

Esta será la última entrega dedicada al viaje, pero el blog no se da por finalizado, ya que mi primer encuentro con La Habana fue más que físico. Supone el comienzo de una historia, y no el final.

Mi maleta regresó a España con la poca ropa que llevé, con algunos objetos menos que dejé, con libros y recuerdos, así como, hermosas sensaciones.

Por la mañana Rafael vino a buscarnos, a la esquina de la calle O, donde se encuentra el Hotel Vedado. Sería nuestra última mañana juntos.

- Nos habéis acostumbrado a estar con vosotras, y ahora os vais. ¡No se como vamos a hacer para vivir sin vosotras! - dijo sin ocultar la emoción.

Dejamos las maletas hechas en el Hotel, y caminamos calle abajo, por San Lázaro, mientras hablábamos de nuestras cosas. Tratamos el soñado viaje de Rafael a España, donde ya había estado una vez, en Madrid. Esta vez sería para conocer Galicia, Valencia, y ahora Sevilla.

Almorzamos juntos en un restaurante oriental que se encuentra dentro de un grande centro comercial. Estaba lleno de gente. Me interesé por saber si era para pagar en CUC o pesos, y Rafael dijo que básicamente en CUC, pero que solía ser frecuentado por los cubanos.
Comimos ensalada de aguacate y una sopa cuyo nombre no recuerdo, creo que típica coreana. A Rafael le gusta la cocina oriental.
Hablamos de su experiencia militar en África (Angola). Y de sus trabajos como profesor universitario en otras capitales Centro Americanas. También de cine soviético, un gran desconocido para los Españoles, y muy familiar para los Cubanos.

Finalmente volvimos al hotel porque Rafael había pedido a Rafaelito, su hijo menor, que viniese con nosotros. Es un chico altísimo, y guapísimo, como toda la familia Migueles-Oduardo, de 17 años. Le gusta el fútbol, que no es el deporte nacional de Cuba. Ya sabéis que es el baseball.

Comentamos la azaña española en los mundiales, y cómo la Rampa se llenó de gente para celebrar la victoria de la selección. Pero Rafaelito es seguidor de la selección alemana, y lloró amargamente su derrota.

El fútbol ha comenzado a interesar a la juventud cubana muy recientemente. Los mayores se resisten a la introducción de dicho deporte, que ven como una aportación foránea.

Tendríamos que valorar si este interés de la juventud por el que es el deporte "rey" en Europa y Latino América (excepto Cuba), tiene que ver con la profesionalización y comercialización que ha alcanzado, y que trasciende a la televisión. Los mundiales de fútbol están llenos de las estrellas de las ligas profesionales, que la mayoría de las veces eclipsan a sus respectivas selecciones.

La relación entre Rafael y Rafaelito es muy especial, es el menor de siete hermanos, y el "mimado" según reconoce el mismo Rafael Migueles, mientras Rafaelito sonríe. Se prepara para ir a la Universidad. Le gusta la informática y el deporte.

La despedida tuvo su punto emotivo, ya que mi hermana no pudo evitar llorar, haciendo que Rafael se emocionara mucho. Yo estaba tremendamente afectada pero como buena "soviética", así me llama mi jimagua, no derramé una lágrima.
Rafael asegura que las soviéticas son muy emotivas y que yo me resisto a demostrar los sentimientos. Le intenté explicar que no es así, que es mi carácter, es una tara como cualquier otra.

Nos alejamos en el taxi, mientras Rosa no paraba de llorar. Ella había tenido experiencias muy fuertes allí, debido a que pasa una mala racha en España desde hace un año. Tuvo un punto de inflexión en Cuba para olvidarse de ello, y ahora regresaba a la realidad española, con lo bueno y con lo malo.
El taxista intentó consolarla.

- Aquí pasamos muchas dificultades, pero nunca perdemos el optimismo. Hay que ver el lado bueno de la vida.

Era una gran verdad. Y, prácticamente, la lección que me he llevado de la isla. La alegría, dignidad y optimismo con las que afrontan cada problema. La solidaridad y el humanismo. La imaginación y la frescura. El libre albedrío y la tranquilidad. El tiempo transcurre lentamente dejando a los hombres y a las mujeres disfrutar de su ecosistema humano y natural.

A las 23 h el avión partió de Jose Martí, y ví la silueta del verde caimán alejarse de mí, con su escasa luz. Las horas de vuelo hasta Madrid las pasamos dormidas. Recién despiertas nos sirvieron el desayuno, pero eran casi las 14 h españolas. La T4 me devolvió el artificial paisaje del capitalismo, a través de escaparates cuidadosamente decorados para fomentar el consumo. Nada que ver con la sobriedad del establecimiento cubano. Explosión de colores chillones, anuncios de perfumes. Mundos distintos, mundos opuestos, que unos u otros aman indistintamente.

¿Podría mucha gente de la que conozco vivir en Cuba? Tal vez no. ¿Podrían muchos cubanos vivir en el capitalismo? Tal vez no. Estoy segura de que muchos Alemanes de la Antigua RDA, o Yugoeslavos, o Rusos añoran el comunismo, así como otros se alegran de que ya no exista.

Y una reflexión, un pensamiento producto de aquel contraste nació en mi mente. Los modelos económicos son resultado de nuestras propios caracteres. Por ello algunos prefieren pasar la vida rodeados de abundancia, con el riesgo y la seguridad de que esa abundancia no estará a su alcance, pero con la utopía de mejorar su nivel económico, a base de suerte y trabajo. Con la ayuda de las hipotecas, que los ligan de por vida al capital, y los esclavizan.  Pero les permiten acariciar su utopía de forma leve, como un suspiro, que a veces se corta, cuando llegan los tiempos de crisis.
Y otros prefieren tener asegurados los elementos básicos que garantizan la existencia; Vivienda, sanidad y educación gratuita, servicios sociales que den cobertura a los problemas cotidianos. Su utopía es otra: Que todos los seres humanos tengan aseguradas esas mismas cosas. Que se reparta la riqueza en el mundo.

Cuba es un compendio de elementos muy difíciles de entender en una corta visita de 15 días a La Habana. Muchos europeos, norte americanos, y gente procedente del mundo rico, y en casos, falsamente rico (España, Italia, Grecia, Portugal...) llegamos allí con nuestros prejuicios del bienestar, de la presunta abundancia.
La gente se pasea sorprendiéndose de los salarios bajos, que no solo se dan en Cuba, sino en el conjunto de la región, y lo analizan superficialmente, como si ellos no formasen parte de la mala distribución de la riqueza. Como si el derroche del primer mundo fuese ajeno a las carencias del segundo y el tercero.
Los culpables son ellos mismos que no han sabido organizarse como nosotros. La culpa la tiene el comunismo en Cuba o Fidel Castro, pero en Haití es del propio pueblo y la corrupción política, la cual también es ajena al mundo rico para ellos. En Bolivia es Evo Morales, y antes... "bueno habría otro indio de esos"... Todos son culpables, menos nosotros que nos comemos y consumimos los recursos del planeta sin sentir remordimientos.

Esto es todo del primer tomo de mi blog. A partir de ahora seguiremos en La Habana, y en el resto de la isla, pero a través de su historia.

miércoles, 9 de febrero de 2011

La chica del tour. La Habana bajo la lluvia.

Vuelvo al viernes por la tarde, tras aquel inesperado encuentro multitudinario con Fidel. Queríamos despedirnos de la ciudad haciendo un recorrido general en el Habana Bus Tour. Tiene más de 60 paradas, y su precio es de 5 CUC por persona.

Queríamos que anocheciera en él para poder hacer una foto de los murales del Che y Camilo Cienfuegos en la Plaza de la Revolución, iluminados. Es muy bonito verlos por la noche.

Salimos a las 19 horas, y paseamos a lo largo de la Avenida 23 en busca de una parada del mencionado bus. Estaba nuboso. La nubosidad en el cielo Habanero es mayor que en el cielo de mi ciudad, Sevilla, a pesar del buen tiempo, ya que la situación de la isla (en el Trópico), hace que los rayos solares lleguen con mayor perpendicularidad, calentando con más intensidad, tanto la masa continental como la marina. Esto produce mayor nivel de evaporación. Dicho este apunte climático, continuo el relato.
La calle estaba llena gente, como siempre. Esta avenida suele estar muy transitada, tanto durante el día, por la actividad comercial e institucional, como por la noche, que se llena de gente joven.

Llegamos  al Malecón, donde el bus tenía una parada. Allí lo tomamos. Estaba vacío, éramos las únicas usuarias en ese momento, junto a una pareja porto riqueña con su hija. Nos acompañaba la guía turística. El primer tramo lo hicimos subidas en el mirador del autobús. Recorrimos el Malecón, nos adentramos en la Habana Centro y luego en la Vieja. Pasamos por lugares emblemáticos como el famoso Floridita. En ese instante comenzó a llover y nos tuvimos que refugiar dentro. La guía turística exclamó que era una pena, porque lo bonito era verlo en el mirador. A lo que contestamos que no importaba, que era nuestro penúltimo día allí, y que tan solo nos despedíamos de ese modo.

- Ya hemos explorado todo directamente y a pie - sentenciamos.

Ella sonrió, y nos preguntó de donde éramos. Así comenzamos a hablar. Ella se olvidó de que trabajaba y nosotras de que estaba trabajando.

- Mucha gente pasa por aquí y, a veces, me dicen cosas sobre Cuba que no me agradan - comentaba pensativa - La gente viene y opina sobre nuestros problemas, pero tienen un enorme desconocimiento sobre nosotros.

Ella no suele contradecir a los visitantes, pero si tiene que puntualizar algo, lo hace.

- Todo el mundo sabe cual es nuestra realidad - continuó - Pero es que vivir soportando un bloqueo económico no es fácil. Aquí nos faltan cosas que son fáciles de adquirir en otros lugares. Mirad el trabajo que cuesta todo, incluso pintar las paredes.

Pronto dejó de llover, y el cielo se pintó de azul. Todos fuimos al mirador. La chica del tour dejó el micrófono, se sentó detrás nuestra, y siguió con su trabajo a viva voz, solo para su pequeño público.

Al llegar al Cementerio de Cristóbal Colón, la pareja porto riqueña se apeó del bus. Nos quedamos las tres solas. Entonces dejamos de hablar de edificios y monumentos, y hablamos un poco de todo. Ella estaba interesada por saber de la vida en España. Su hermano es médico y vive en Madrid. Fue contratado por una clínica privada italiana que llegó a un acuerdo con la administración cubana para que él pudiera irse con ellos. Durante los primero años de la revolución hubo lo que se denomina "fuga de talentos". Muchos profesionales se marcharon fuera, estimulados por los engaños y la propaganda contrarevolucionaria de los grupos pro Batista y opositores, instalados en Florida. Esto hizo que se redujera el número de médicos en un principio, pero los esfuerzos de la Revolución, y su inversión en  sanidad y educación contribuyeron a recuperar el número perdido y aumentarlo, teniendo en la actualidad un número aproximado de 1 médico por cada 200 personas  (España tiene tiene 3 médicos por cada 1000 habitantes). Esto, a parte de los que envían fuera, en misión internacional. No en vano, Cuba ha sido el país que más médicos ha enviado a Haití.
Volviendo al tema, la situación creada por la fuga de profesionales, propiciada por la administración del poderoso país vecino para atacar a la Revolución en su pilar más consistente, y que los cables de Wikileaks han confirmado recientemente ( http://www.nodo50.org/tortuga/EEUU-tento-a-los-medicos-cubanos), obligó a las autoridades cubanas a imponer medidas especiales en relación a estos profesionales, que se han traducido en la protección de este personal, cuyas posibilidades de movilidad se dificultan, al considerarse profesionales de primera necesidad. Lo que no impide que algunos de ellos hayan podido ir a trabajar fuera con sus papeles legalizados, previo contrato y acuerdo de la empresa contratante y el gobierno. Caso del hermano de esta chica.
Ella explicó que su hermano vivía bien en Madrid, pues la clínica se dedica a la cirugía estética, y eso da mucho dinero.
Le preguntamos si ella no había estado tentada de irse también, ya que su hermano estaba así de bien en Madrid. Y ella respondió que era feliz en Cuba. Que tenía todo lo que necesitaba, a pesar de las dificultades conocidas por todos. Había estudiado ingeniería y se había especializado en Moscú.

- Todo pagado por el estado - aseguró

Recordaba con alegría su estancia en Moscú, y cómo se sorprendió al conocer el comunismo sin pobreza.

- Allí había de todo - decía

Los estudiantes cubanos realizaban intercambios, similares a nuestras becas internacionales, pero el intercambio se hacía con países del bloque socialista. La mayoría se ha especializado en alguno de estos países.
A ella, no obstante, le tocó conocer la antesala de la desintegración de la URSS, o los últimos años, en los que la corrupción empezaba a extenderse de forma inevitable. Recordaba que la televisión comenzó a emitir pornografía a ciertas horas, algo que hubiera sido impensable antes, y que la televisión y los medios de comunicación comenzaron a cambiar de tono. Ella percibía esto como reflejo de la decadencia.

Su hija estudia en la Universidad, y había estado esa mañana en el encuentro con Fidel.

- Fidel no hay más que uno en la historia, es especial - afirmó mientras contemplaba reflexiva las casas del barrio de Miramar.

Luego cambió de tercio y nos contó que ese barrio, antiguamente, antes de la Revolución, fue un barrio de diplomáticos, donde vivía gente de alto nivel económico. Las viviendas son unifamiliares, y algunas tienen aspecto de palacetes coloniales.



Tras la Revolución la mayoría de sus ricos habitantes se marcharon, y las viviendas fueron destinadas a diversas cosas. Algunas fueron repartidas para ser habitadas por gente del pueblo que no tenía vivienda. No es extraño encontrar personas asomadas a los señoriales balcones, o ropa tendida en ellos. Otras se destinaron a embajadas, escuelas, hospitales y diversos edificios oficiales.

Destaca en el complejo la atípica estructura de lo que fue la Embajada de la URSS, con forma de nave espacial o cohete.


 
Allí se encuentra también el Acuario Nacional, del que ya hablé en otra entrega. Acabamos el recorrido junto al Hotel Nacional. Había sido realmente interesante, sobre todo la conversación con la "chica del tour". Nos despedimos amigáblemente, y nos deseo un pronto regreso a Cuba, algo de lo que estaba segura.

lunes, 7 de febrero de 2011

La última cena con Mami. Un breve paréntesis.

Habíamos prometido a Sara volver a visitarla antes de irnos. Así que hablamos  con Rafael para preparar una cena, o una comida, como ellos llaman a la cena.
Debo decir que esto se produjo un día antes del encuentro con Fidel.

Deben disculpar la laguna, pero los últimos días fueron tan intensos que me resultaba difícil anotar todo lo que hacíamos. Durante la mañana hicimos algunas compras, visitamos una feria agropecuaria semanal donde almorzamos moros y cristianos, pagando con moneda cubana.

El mercado era como ya he descrito en otras entregas. Solo que además de los puestos de venta (estatales y cooperativos) de productos alimenticios había unos espacios habilitados para servir comida, como una especie de chiringuitos.

El sol brillaba y quemaba, cuando una nube cargada de agua se colocó justo encima y descargó ferozmente su agua contenida, hasta casi inundar las arenosas calles del recinto donde la Feria estaba habilitada.
Tras el chaparrón volvió a brillar el sol para secarnos.

Camino al hotel dejamos a Rafael en dirección a su casa, y nosotras nos paramos en un restaurante con terraza que hay junto al Hotel Vedado. Entramos animadas por el hilo musical en directo, algo que hay en casi todos los bares. Cantaban canciones de Silvio Rodríguez.

Cerca nuestra había una acalorada conversación entre dos hombres españoles y un camarero cubano. Ellos llevaban camisetas con las banderas republicanas al dorso. Era una buena excusa para presentarnos.

Se trataba de un aragonés y un catalán. Estaban en Cuba de misión voluntaria, habían estado en varios puntos de la isla, y llevaban tres meses. Intentaban alargar el voluntariado pero habían surgido algunos problemas burocráticos, ya que casi todo está centralizado en La Habana, y ellos se encontraban en Oriente, o en Palestina, como dirían en Cuba (1)
Estaban algo disgustados con la problemática surgida, pues eran gente defensora a ultranza de la Revolución, y no comprendían que hubiera tantos problemas de burocracia cuando solo pretendían estar más tiempo para ayudar.
Estuvimos hablando del tema burocrático un rato, y al mismo tiempo, de nuestras diversas experiencias. Luego nos despedimos.

A las cinco de la tarde Rafael vino a buscarnos, para marchar a casa de Mami. Primero pasaríamos por uno de esos supermercados que mencioné antes en alguna entrega para comprar dulces para llevar a Mami.
Ellos no querían ser agasajados con "productos de divisa", por ello acordamos comprar en un establecimiento cubano propiamente dicho. Compramos unas galletas y un pastel típico de allí.

Por el camino nos volvimos a encontrar con uno de los cooperantes españoles, y se lo presentamos a Rafael. Charlaron animadamente sobre la Revolución y Fidel Castro.
Finalmente volvió a salir el tema de los trámites que dificultaban al cooperante su permanencia, y Rafael apuntó que dentro de la Revolución también se cometen errores y fallos, pero que debían protestar para que fuesen corregidos.

Esperamos el omnibus un rato, viendo que tardaba caminamos un poco más. Hicimos largo camino a pie, hasta llegar a Nuevo Vedado que es muy grande, y allí si pudimos tomar un bus.

Finalmente llegamos a casa de Mami que nos recriminó no haberla avisado para preparar algo especial, pero le explicamos que no había nada más especial que estar allí con ella.

Tomamos café, cenamos arroz con polló y de nuevo comenzó a llover. Mami se retiró a ver su telenovela favorita, y nosotros nos quedamos conversando con una vecina que estaba de visita,  casada con un italiano  vive habitualmente en Italia. Trabaja en una agencia de viajes. Comentamos sobre la crisis económica, y la caída de la economía europea.

Un apagón de luz nos sorprendió, pero daba la casualidad de que mi hermana siempre lleva una linterna en el bolso, que nos sirvió para alumbrarnos. Todos fuimos a la habitación, donde Mami tiene el televisor, y nos sentamos junto a ella.

Fue nuestra despedida de Sara y la familia.




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1. Los cubanos occidentales llaman palestinos a los cubanos orientales.

sábado, 5 de febrero de 2011

Y en eso llegó Fidel.

La tarde del Jueves nos deparó una sorpresa cuyo portador era Rafael Migueles. En el hall del Hotel Vedado, sentado, leía Juventud Rebelde. Nos trajo algunos Granmas y algunas ediciones de Juventud Rebelde. Con una amplia sonrisa y apuntando a una noticia del periódico preguntó:

- ¿Teneis planes para mañana?

No habíamos hecho ningún plan para nuestro último día, queríamos despedirnos de La Habana con serenidad. Y teníamos el convencimiento de que íbamos a volver, que esa era, tan solo, nuestra primera vez, como lo fue tantas veces de otros.

- No, ninguno- Contestamos.

- Pues mañana, a las siete de la mañana, Fidel ha convocado un encuentro en La Universidad con estudiantes cubanos.

No me lo podía creer. Por la mañana había ido a llevar una carta para él. La carta aún tardaría en llegar a sus manos, pero Fidel Castro, sin saberlo, estaba haciendo posible que cumpliera parte de mi segundo sueño, al  convocar su primera aparición en público, tras seis años de retiro.
La suerte había hecho posible esta maravillosa coincidencia, que resultaba casi realidad mágica. La cita era en la universidad, muy cerca del hotel.

Miré casi incrédula el periódico, y allí estaba anunciado.

- Hay que madrugar para coger sitio, a las cinco de la mañana, por lo menos- añadió Rafel.
- ¡Claro! Por Fidel me levanto a la hora que sea.

Dimos una vuelta hacia la Universidad para ver los preparativos. Yo pensaba que cortarían como cinco calles alrededor, como suele ocurrir aquí cuando una autoridad va a hacer aparición pública.
Sin embargo, no había calles cortadas, ni vigilancia especial o distinta del resto de las calles y de los días. Un camión de la televisión y un vigilante en las escaleras de la Universidad, que por cierto, está siempre. Algunas parejas de policía. No mucho más.
Conté a Rafael que me había llamado la atención ese hecho. Incluso pudimos acercarnos a la escalera para ver los preparativos arriba, donde hablaría Fidel. Los policías nos miraban, pero no nos decían nada.
Entonces me acordé de aquella Cumbre de Presidentes Europeos en el Palacio de Congresos, en mi barrio, cuando invadieron cada rincon de miembros de la seguridad del Estado, y de policía, que habitualmente no está allí. Limpiaron el barrio de delincuentes. Eso sí, al marcharse los presidentes, se marchó la policía y volvieron los delincuentes.
Frente al Palacio de Congresos hay un hotel, donde trabajaba mi madre, y en él trabaja un marroquí, o trabajaba. Al salir del trabajo, vió en la acera opuesta llegar el autobús, y temiendo perderlo corrió hacia él, cuando un cuerpo de policía al completo le calló encima, lo empujaron y lo tiraron al suelo, apuntándole con armas y porras. El pobre estaba muerto de miedo, y sin saber que mal había hecho. Le quitaron su mochila, y la revisaron, le trataron con un desprecio absoluto. La cuestión es que era marroquí, con una mochila... ¡Todo un peligro! Al final, al ver que era un pobre trabajador, le dejaron marchar. Pero cuento esto para indicar la diferencia.

Llegó la hora señalada, las cinco de la mañana del viernes. Nos levantamos, nunca pensé que iba a ver a mi hermana madrugar con tanta alegría.
Salimos del hotel, junto a Rafael. La calle estaba llena de gente, que salía de sus casas y caminaba en la misma dirección que nosotros. Jóvenes de diversas agrupaciones, vestían camisetas según su facultad o estudios. Había extranjeros como nosotras, y cubanos de todas las edades y condición. A medida que nos acercábamos a San Lázaro, donde se encuentra la Universidad, el tumulto iba aumentando.

Sonaba música, y jolgorio. Me recordaba a una especie de romería, con la consiguiente diferencia. Pero el ambiente era totalmente festivo.
Pensé que si algún periodista de la falsimedia tuviera que informar de aquello, seguro que argumentaría que esas personas estaban allí obligadas, o que están manipuladas y no tienen capacidad de razonar.
Es que a ellos se les haría difícil creer que alguien que se dedica a la política tenga esa capacidad de convocatoria. La diferencia con los mítines de partido de los políticos de la social democracia era abismal. Cualquiera de los Aznares, Zapateros u Obamas venderían su alma al diablo por conseguir aquello, sin publicidad, porque tengo que decir que no había carteles anunciando la convocatoria. La televisión y los periódicos, por supuesto, como sucede aquí.

A las cinco y cuarto, más o menos, allí había más gente que en la aldea del Rocío en las vísperas de la salida de la Virgen, o que en las puertas del Estadio Olímpico, cuando actuó U2 o Madonna.

Grabamos varios vídeos, que salieron francamente mal, porque me equivoqué al programar la cámara que era nueva, y no la entendía bien. Pero captó los más interesante, la voz de Fidel, potente y profunda, a pesar de su edad. Y el sonido de la gente.

Sonaron varias canciones de Silvio, cantadas en directo por un cantante anónimo (para mí claro), entre ellas La Maza.

A las siete, estaba amaneciendo y Fidel fue precedido por un estudiante, entre murales del Che y Juan Antonio Mella, que se dirigió a sus compañeros.
Fidel llegó vestido de verde olivo, y comenzó a hablar, como siempre había oído que lo hace. Inició en tono bajo, casi imperceptible, hasta alcanzar un volumen sorprendente. El tema era el peligro inminente de guerra que vivimos en estos tiempos de crisis del modelo capitalista.
Fueron cuarenta cinco minutos, en los que aumentaba, gradualemente, el calor, y la voz del Comandante. Los chorreones de sudor recorrían mi cuerpo, y no podía entender cómo alguien que me supera en edad de ese modo, podía soportar con tanta entereza el calor, sin que se resintiera su voz. Teniendo en cuenta que está recuperándose aún de su convalecencia. Intercalaba discurso con bromas sobre sus antiguos longevos discursos. Fue un sueño hecho realidad que nunca olvidaré.

Luego estuvimos tomando café en una cafetería cercana. El resto del día estaba por delante.